PASTORAL EN PAMPLONA ALTA

NUESTRA PRESENCIA EN PAMPLONA ALTA

           

  Algunos de nosotros, (uno de los formadores: p. Sergio y 4 Hermanos: Eddy, Biratu, Fabrice y Raúl) estamos desarrollando nuestro apostolado los fines de semana en una zona de la ciudad que se llama la Nueva Rinconada de Pamplona Alta, en el cono sur de Lima. Nos encontramos en la Parroquia del sagrado Corazón de Jesús (Diócesis de Lurín ) y nuestra capilla está dedicada al sagrado corazón de María, ha sido inaugurada tan sólo en el 2010.

Todo lo que existe ahí ha nacido tan sólo 11 años atrás, cuando mucha gente, sobre todo de las regiones del sur del país, para escapar de la pobreza y la exclusión de la sierra y de las provincias, con la ilusión  de tener una casita propia, se ha lanzado en la aventura de venir aquí, sin nada, equipada sólo con su determinación, su espíritu de lucha, su anhelo de mejorar su vida y la de sus hijos. Y así ha “invadido” un pedacito de terreno rocoso  y empinado en los cerros que rodean esa parte de Lima. Todo este territorio se conocía como “Las chancherías”, precisamente porque al ser un lugar retirado e inhóspito era aprovechado para criar muchos cerdos. Todavía quedan pequeñas chancherías salpicadas en medio de más de 100 asentamientos humanos y miles de familias que  se han establecido aquí.

          Son como un archipiélago de islas en medio del mar de la gente. A veces el olor es insoportable, sobre todo en la temporada de calor, y no pocos los problemas de salud pública……ya que no hay desagüe, y cantidad de palomas, de moscas, de perros merodean estos criaderos de animales.

          La gente con su tenacidad, ha literalmente transformado los cerros a pulso, a golpe de pico, pala y barreta, sudando la gota gorda y moviendo miles de piedras….nivelando terrenos, construyendo pircas (muros) de contención...y poco a poco ha conquistado condiciones de vida más dignas: la corriente eléctrica, el agua, comedores populares, caminos, escaleras, algo de atención medica etc.

            Bueno, no en todas partes, todavía falta muchísimo, sobre todo en las partes altas….además, las invasiones siguen, siempre más arriba, acercándose ya a las cumbres. Las Misioneras Combonianas han estado presentes desde el inicio, y por ahí viven. En medio de mucha presencia protestante y también mucha indiferencia, ante mil problemas e imprevistos, debido a las duras condiciones de vida y a la frágil economía de estos hermanos, por ahí andamos también nosotros , con sencillez y alegría, ofreciendo a las personas una palabra amiga, una visita, una celebración, un consejo, la posibilidad de prepararse para recibir los sacramentos, algo de formación…convencidos que el Señor nos ha precedido, que ellos son los protagonistas de su propia historia, y que el proceso de formación de una comunidad cristiana es largo y lento.

AUTOR : P. SERGIO AGUSTONI